Las manifestaciones culturales muestran al visitante una variedad que sin temor a equivocaciones resulta sumamente difícil que no sea posible satisfacer los gustos más exigentes.

Como parte del amplio desarrollo cultural se erigen salas y galerías de arte, junto a museos, tanto privados como públicos con una variedad de temáticas que abarcan capítulos históricos, arqueológicos, antropológicos, etnográficos, científicos, artesanales, bellas artes y ciencias naturales.

Para los que gustan de la buena música puede decirse que se celebra cada año una temporada de ópera y otra de zarzuela, destacando como acontecimiento de imprescindible referencia el Festival de Música de Canarias, obligado encuentro que se origina siempre a principios de año con presencia de los principales solistas y agrupaciones sinfónicas del mundo.

Constituye sano orgullo la creación y los avances posteriores de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, considerada por los críticos como una de las mejores de España. Esta afamada agrupación orquestal se plantea anualmente una temporada regular de conciertos que cobran vida desde principios de octubre hasta finales de mayo.

No escapan del quehacer de los ciudadanos sus fiestas populares como parte de las raíces folclóricas y entre ellas desempeñan su papel las romerías que tienen como principal protagonista al folclore tinerfeño, mientras que las festividades de Corpus Christi y de Semana Santa son de pura tradición religiosa. Pero, sin duda, las fiestas más cosmopolitas y multitudinarias son los Carnavales, donde convergen muchas voluntades y esfuerzos con el objetivo de que estas festividades se conviertan en uno de los principales atractivos turísticos del territorio.