Turismo.

Con visita anual que supera los cinco millones de turistas deviene uno de los principales atractivos de Islas Canarias y muchos son los factores que intervienen para que Santa Cruz de Tenerife goce de este bien ganado privilegio que se traduce en un mejor desarrollo económico y social.

Hace más de medio siglo, exactamente en el lejano año 1955 fue nominada “De interés turístico” esta ciudad que dispone en la actualidad de excelentes facilidades hoteleras y de instalaciones balnearias, tanto artificiales como naturales. Ahí está como buen ejemplo el complejo de piscinas con su gigantesco lago artificial creado gracias a los sueños del artista de Lanzarote César Manrique.

¿Qué decir del valle de la Orotrava? ¿Cómo dejar de mencionar la incomparable belleza natural que emana del Teide?. Ambos son patrimonio por excelencia del principal concentrado turístico al norte de la Isla.

La amplia gama de facilidades creadas por el hombre complementan todo el aporte hecho por la naturaleza. Florecen por doquier hoteles de primer nivel, dotados de todas las comodidades capaces de satisfacer los gustos más exquisitos.

De forma paralela quienes escogen este lugar para descansar, veranear o, simplemente conocer sus pobladores, existen numerosos establecimientos extrahoteleros, donde pueden encontrarse restaurantes típicos, internacionales, especializados en gastronomía regional, salas de fiesta, cafeterías y en general todo tipo de centros capaces de brindar una adecuada distracción, acorde con la edad del visitante.

Ahí están, aguardando al forastero lugares como el Puerto de la Cruz que dispone de un atractivo poco común con rincones como San Telmo, la Plaza del Charco, el muelle pesquero y todo el barrio de La Ranilla, San Amaro y la Paz, el parque de Taoro y el Jardín Botánico, entidad que atesora con sumo celo y cuidado plantas y árboles de todas las latitudes.

Los atractivos son innumerables y entre ellos pueden mencionarse, además, algunas de las iglesias y ermitas dignas ser incluidas en su recorrido. Este es el caso de la iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia. Por cierto, cada domingo hay servicios religiosos de las distintas religiones y el horario de los mismos es fijado de antemano por los párrocos a la puerta de cada recinto.

Santa Cruz de Tenerife dispone también de bibliotecas, cines, oficina de correos y telégrafos, locutorios de teléfonos, pabellón de deportes, piscina olímpica, numerosas canchas de tenis y gimnasios y al mismo tiempo están al alcance de todos los que lo deseen la práctica de una amplia variedad de disciplinas acuáticas, tomando en consideración el entorno.

Asimismo el Puerto de la Cruz es lugar de salida de excursiones a todo el resto de la Isla con diferentes agencias de viajes, taxis o autos para rentar. También resulta de utilidad conocer que las carreteras TF-31 por el Botánico y TF- 32 por Las Arenas enlazan con la autopista del norte TF-5. Puerto de la Cruz cuenta asimismo con uno de los casinos de juego más prestigiosos de España, el Casino Taoro, situado en el parque del mismo nombre.

Las más famosas fiestas son los Carnavales, en invierno, y las Patronales, que tienen lugar en julio, pero los entretenimientos se extienden durante todo el año y resultan muy variados, porque el denominado Loro Parque constituye un verdadero paraíso de 12 hectáreas de superficie, que alberga la mayor colección de loros y papagayos del mundo, algo realmente único en su tipo.

Para orgullo local también se halla el mayor delfinario de Europa y entre sus atracciones adicionales están el orquideario, mercado africano, la isla del tigre, lorovisión y otros sitios. De igual modo se han ampliado las facilidades del delfinario y el conjunto de novedades incluye el pingüinario, show de leones marinos, poblado tailandés, acuario subterráneo con un túnel subacuático y otras bellezas surgidas del ingenio del hombre.

Debe tenerse presente un recorrido por el Castillo de San Felipe y la Casa de la Aduana, sitios que pueden resultar de sumo agrado e interés. Por se dispone de un buen tramo de costa desde el Castillo de San Felipe hasta Punta Brava y para ello se emplearon unos 200 000 metros cúbicos de arena volcánica extraída de los fondos marinos aledaños.

El atractivo lugar fue bautizado con el nombre de Playa Jardín, que cuenta entre sus facilidades con más de 15 000 metros cuadrados de superficie ajardinada, proyecto hecho realidad gracias a la dirección artística de César Manrique.

Otras muchas virtudes que pululan en estos parajes pudieran enumerarse en el afán de ganar visitantes, pero más importante que las mencionadas en estas líneas resulta el cariño y la tradicional hospitalidad que brindan los pobladores de Santa Cruz de Tenerife a quienes deciden visitar este pedazo de las Islas Canarias en busca de paz, sosiego y tranquilidad.